El color de los alimentos tiene múltiples efectos
sobre el consumidor y sería erróneo considerarlo
como un atributo puramente estético.
En general el consumidor relaciona el color con la
calidad del producto, con su frescura, incluso con su
contenido en nutrientes . Esto se basa en la
experiencia previa: los alimentos que poseen una
calidad óptima para el consumo muestran colores
que señalan el mejor sabor, el punto de madurez
adecuado, una elaboración reciente. Otro aspecto
importante es la relación entre el color y la
percepción del sabor: se espera que una bebida roja tenga sabor frutilla o cereza; si un
helado es verde, se asocia al sabor menta.
¿Qué tipo de colorantes se usan?
los colorantes
pueden ser naturales, artificiales o minerales.
Los naturales comprenden las sustancias aisladas de materias primas de origen vegetal y
los compuestos obtenidos por síntesis, que presentan una estructura química idéntica a
ellas. Como ejemplo, se puede citar la clorofila o el caramelo.
Los artificiales son compuestos químicos obtenidos por síntesis, no identificados en
productos de origen vegetal. Ejemplos de éstos son el amarillo tartrazina o el rojo allura.
También existen algunos minerales, incluyendo metales, que pueden usarse para dar color
a los alimentos.
Nuestra normativa posee listas que identifican las
sustancias, tanto naturales como artificiales, que
pueden ser utilizadas como colorantes alimentarios
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